Ensayos a toda Marcha

Un gran amigo cineasta, me dijo un día que un rodaje es como una estampida, y que el director debía correr delante de ella sin dejarse aplastar.
El proceso de ensayos de Disco Play más que una estampida, ha sido el viaje del salmón desde el río al mar, y del mar al río.
Al comienzo la comodidad de un texto completamente estructurado y quizás demasiado dirigido, era el terreno seguro, pequeño y cómodo, pero en el primer ensayo, les revelé la gran verdad a mis salmones: "olviden todas las acotaciones del texto, irrespetemos al dramaturgo, seamos libres" (vale acotar que yo soy el dramaturgo). Esto originó en el rostro de todos los actores un desconcierto increíble, me veían con cara de loco y no entendían porqué quería olvidar las acotaciones que yo mismo había escrito. La respuesta para mí era muy clara. ¡Era el momento de lanzarnos a un mar desconocido!

Y sin duda así ha sido.

En cada ensayo he partido de lo lúdico para relajar, concentrar y optimizar a los actores que se enfrentan a miedos y demonios, a personalidades y sexualidades opuestas a los de ellos.

Ahora vamos cerrando el primer cuarto de proceso. Nos quedan tres cuartos para terminar... Los mares y océanos, nos irán cambiando el color de las escamas, hasta que llegue el mes de marzo y tengamos que volver al río, saltar las piedras, escapar de los osos y buscar nuestro lugar de origen: El Teatro.